LLORONA
Soy llorona de la peor clase, de las que se callan esas verdades que desbordan como perlas los ojos. Lloro espejos, y se me aplasta el pecho cuando estoy ante ellos o delante de la sombra, esa que es lo que siempre he querido ser, que me grita porque no la he querido, y me dice cobarde y me escupe a la cara y me veja en las palabras tontas que caen, que cuelgan de mi boca, suicidas, perdidas, perdida. Aborrezco las excusas que se me plantan en el pescuezo, las que me hacen tragar grueso, no son mas que chulos débiles que me obligan a hacer lo que no quiero o lo que quiero y me niego, lloro porque temo que me abandone la gracia, que a fuerza de un te quiero ya no exista la locura, mi tormenta, mi fuerza de vida. Me amas ¿Porqué? Si deseo este caos en mi. Te amo si lo quieres por que es parte de mí, te lo ofrezco como lo más valioso y a la vez, como la peor obra de mi vida… Traes paz a mi corazón y que susto eso. Que mi lado obscuro te envidie no es de extrañar pues amenazas con develarlo todo y dejarme allí desnuda con este amor, que es el que me das, con este amor que es un poquito de lo que he aprendido a dar, y es que me quiero dejar caer en tus brazos para siempre y poder creer que es para siempre y no quedarme tan sola, tan llena y tan sola, vacía y sola, con todas las de ganar y sola como con una condición en mis huesos, como con un numero en la frente, con una estrella de David en la solapa, sola de toda ausencia dolorosa, que es profunda, que se aferra a no dejar de existir.
©Jennifer Zea 2012